ECOLOGÍA

Empieza Pequeño (Ecoladrillos)

Fui consciente de que nuestro planeta estaba siendo descuidado desde muy chiquita pero creía que la única manera de hacer algo por él era abonando a la organización cuyo nombre en castellano es “paz verde” cierta cantidad de dinero ya que no tenía edad suficiente para ser activista y sumarme desde la acción… Y seamos sinceros, tampoco sé si tenía muchas ganas de estar atada a un barco y correr el riesgo de que me llevaran presa.
Luego fui creciendo y creí que mi manera de ayudar era denunciar que estaban desbastando selvas, matando ballenas, dejando a más originarios sin tierra mientras seguía tirando toda mi basura en un mismo lugar.
Yo creía que la solución tenía que venir desde arriba y que yo no podía hacer mucho más (a no ser que estuviera dispuesta a encadenarme a un barco). Ojo que no digo que estas dos cosas no sean parte de la solución. Siento que sí lo son. Son una parte pero me dejaba a mí como simple espectadora sin hacer nada constructivo al respecto.
Entonces un día me encontré leyendo por las redes sociales una conversación entre dos personas que iba más o menos así:
A: Cada persona puede aportar su granito de arena para cuidar el ambiente desde una acción pequeña.
B: Y qué diferencia puede hacer un granito de arena en un desierto?
A: Mucha diferencia porque primero seré uno pero otro granito al ver que yo puedo hacer algo lo va a hacer también y así se van a ir contagiando más granitos de arena.
B: En el medio pasan los años y se va todo al carajo.
A: Entonces para vos no hay diferencia entre hacer algo pequeño y no hacer nada.
B: No, no hay diferencia.
A: Y hacélo, entonces, qué perdés? Puede ser que tengas razón pero entre no hacer nada y seguir quejándome y hacer algo y, como vos decís, no hacer diferencia, prefiero hacer algo y dejar de quejarme. Lo siento más saludable.
Esa conversación me marcó y comprendí que si quería ver un cambio tenía que empezar por mí, por generar yo ese cambio. Y que no tenía que encadenarme en ningún lado para eso sino simplemente comenzar con una pequeña acción (empieza pequeño).
En mi caso decidí comenzar a reutilizar las bolsas de plástico (ni siquiera a rechazarlas; arranqué más pequeño: volviendo a usarlas una y otra vez como bolsas para guardar el pan, freezar alimentos, etc. y luego de varios usos las reutilizaba como bolsas de basura.
En ese entonces yo ya trabajaba desde casa (No hace mucho! Estoy hablando de unos cuatro años atrás).
Cuando me ofrecieron escribir estas notas de ecología para Radio Solar tres palabras me vinieron a la mente: “Empieza pequeño” y “ecoladrillos”.
ecoladrillos2
Siento que es una manera simple de comenzar a aportar un granito de arena en el cuidado de nuestro planeta tierra (y por consiguiente de todos los seres que habitamos en ella).
Imaginate esta situación:
Vivo en una ciudad. Pongámosle Buenos Aires.
Trabajo 8 horas en una oficina en el centro a una distancia de entre 20 y 40 minutos desde mi hogar.
Me preparo para ir a trabajar: Agarro mi bolso, mochila, maletín, etc. y salgo.
Trabajo muchas horas fuera de casa así que es muy probable que en algún momento me compre una bebida embotellada en plástico. Voy a elegir alguna que entre en mi bolso cartera mochila o maletín.
Si me compro algo más cuya envoltura también es de plástico (por ejemplo algún dulce o una barrita de cereal) esa envoltura no la voy a tirar en el tacho de basura sino que la voy a guardar y la voy a poner luego en mi ecoladrillo
Cuando haya vaciado el contenido de la botella voy a ir a la cocina o baño de la oficina y la voy a lavar bien y sacudir para que salga toda el agua y la voy a dejar destapada para que se sequen las gotitas que hayan quedado dentro.
Una vez seca voy a usar esa botella como mi “tachito de basura personal” donde voy a poner los residuos plásticos que consumo en mi día a día y lo voy a ir llenando hasta convertirlo en un ecoladrillo.
Cuando tenga unos 10 ecoladrillos me voy a contactar con gente que los recibe y construye con ellos y se los voy a acercar. (O quizá los guardo para hacerme un cantero o un banquito para el patio, balcón o parque o alguna otra construcción).
¿Qué logro con esto?
¿Qué diferencia hace que yo llene una botellita de plástico con más plástico?
Mucha !!!
Quizá al principio no me de cuenta y sólo lo use como tacho de basura y ya… Y que en el proceso me encuentre con comentarios fundamentalistas o extremistas que me digan que eso lo único que hace es justificar al consumo porque con eso no tendríamos por qué dejar de fabricar plásticos y que es una campaña de la empresa líder en gaseosas para que le compren sus productos que vienen en botella PET…
La misma reflexión que la conversación que transcribí más arriba: Si, y? Si yo igual ya compraba esa botella, ya consumía esos productos envueltos en plástico y los tiraba a la basura e, incluso, a veces tiré algún envoltorio de caramelo al suelo. Prefiero hacer.
Claro que lo mejor e ideal sería rechazar y no consumir nada de esto… Pero pará, de a poquito.
Me estás pidiendo que me deshaga de hábitos tan arraigados que los hago automatizadamente.
Empecemos pequeño porque si algún otro pretende de mí que haga un cambio drástico lo más probable es que me frustre y termine por no hacer nada.
En cambio de esta manera es más factible que haciendo este ejercicio de los ecoladrillos o de mi “tachito personal de basura plástica”, luego de la primer instancia automática de llenarlos con cuanto “envoltorio plástico” consuma, empiece a ser consciente de la cantidad de ese material que deshecho día a día y sienta la necesidad de reducir ese consumo. Y, por ejemplo, en lugar de comprarme todos los días una botella con bebida elija cargarme agua en casa reutilizando la última botella plástica que compré una y otra vez antes de transformarla en otro ecoladrillo. O empiece a llevarme la comida hecha desde casa o me compre algún alimento que no esté envuelto en plástico o que no deje residuos.
O quizá no genera nada de esto, no lo sé, no importa. Lo que importa es que estoy haciendo algo: me estoy involucrando. Y siento que eso es mucho más sano que no hacer nada y quejarnos.
Traslademos el ejemplo que puse a cualquier otra situación. En casa lo podés hacer con las botellas de gaseosa o agua que comprás para abastecer a tu familia, por ejemplo.
Te sugiero que si tenés hijos los involucre. Mientras más pequeños más se enganchan. Para ellos es como un juego.
¿Cómo hacés un eco ladrillo?
De la siguiente manera:
ecoladrillos3
PASO 1: Lavá y secá tu botella PET (típica de bebida desechable) y guardá su tapa.
PASO 2: Ubicala en lugares estratégicos como la cocina, el baño, el dormitorio o automóvil, mochila o cartera si vas a hacer uno pequeño para llevártelo “puesto”.
PASO 3: Depositá en estas botellas los residuos (mal llamado basura) de plásticos, papel de aluminio, plumavit o papeles altamente tinturados o plastificados. De vez en cuando compactá el material con un palito.
ES MUY IMPORTANTE QUE LOS DESECHOS QUE INTRODUZCAN ESTÉN LIMPIOS Y SECOS. NUNCA ECHES RESIDUOS ORGÁNICOS (salvo el papel que ha sido muy plastificado). Y MUY IMPORTANTE: NO ECHES PILAS!!
PASO 4: Una vez llena y con el material en su interior bien compactado tapá la botella y
TU ECO LADRILLO ESTA LISTO! OJO! El ECOLADRILLO DEBE QUEDAR DURÍSIMO, LO MÁS COMPACTADO QUE PUEDAS.
PASO 5: Llevá tus ecoladrillos a los recolectores mas cercanos de tu comunidad y País.*1
PASO 6: Compartí esta información con tu familia, amigos, compañeros y colegas.

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